Resulta conmovedor el relato de Walsh acerca de las colonias japonesas en Misiones. Es interesante analizar el manejo de los tiempos: comienza contando cómo fue que vinieron a la Argentina, entre falsas promesas y mentiras. Luego muestra como fue realmente la situación una vez que las familias se instalaron en la provincia. El desengaño que padecieron al conocer como eran realmente las tierras que habían comprado, confiando en su productividad. El futuro brillante que habían planificado se vino abajo. También muestra como fue la adaptación de las costumbres orientales a las circunstancias que enfrentaron en nuestras tierras. El dolor de algunas familias que perdieron todo lo que tenían. La esperanza de otras que tuvieron mejor suerte. Los testimonios le dan un tinte melancólico al trabajo de Walsh, una crudeza que nos golpea. Además, la crónica se halla dividida en apartados que son como pequeñas historias y sirve para dar a conocer múltiples casos, sin perder el hilo conductor.
martes, 14 de octubre de 2008
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